29 sept 2011

Bajar costes con inteligencia

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Por Ángel María García García - consultor-







Llevamos un tiempo centrados en la reducción de costes, tarea que nunca debió ser olvidada de igual forma que ahora no debe ser sobrevalorada. ¿Se trata de reducir una cifra de la cuenta de resultados o es algo más?

Una pequeña empresa tiene un gasto en telefonía móvil de 500 euros mensuales: es excesivo, estamos en crisis, hay que reducirlo… ALTO, antes de tomar cualquier decisión empresarial tómate un tiempo en analizarla:

- Si la reducción del coste pasa por cambiar de tarifa dentro de la actual compañía suministradora, simplemente costará el tiempo de analizar las tarifas vigentes y tramitar el cambio: una reducción de coste muy positiva, ya que una pequeña inversión por nuestra parte conlleva un ahorro en costes duradero.

- Si pasa por cambiar de compañía, el tiempo en analizar las ofertas aumenta (recordemos que nuestro tiempo es limitado y caro), y surge el riesgo de encontrar problemas en el camino (dos días sin teléfono pueden suponer mayor coste que el ahorro obtenido con la reducción del precio): si realmente existe una gran diferencia en servicio o precio, adelante, pero para un reducción
menor no parece muy aconsejable.

- Si pasa por restringir el uso del móvil al personal habrá que saber en primer lugar para qué emplean el móvil, si es una herramienta de trabajo que ocasionalmente se usa de forma privada, o si por el contrario es fundamentalmente un salario en especie. En cualquiera de los dos casos es obvio que el trabajador se sentirá minus valorado, cuando no ofendido. Valora bien el ahorro que conseguirás, y no olvides preguntarte si también usa, aunque sea ocasionalmente, el móvil fuera del horario de trabajo a favor de la empresa y qué rentabilidad aporta ese uso a tu empresa.

Se trata pues de tener presente algunas ideas a la hora de pensar dónde meter la tijera:

- ¿Se trata de una reducción real de coste o me cuesta más las medidas necesarias para el cambio que el propio ahorro?

- ¿Voy a reducir un coste o una inversión productiva? No es lo mismo dejar de tener atenciones por Navidad con los clientes (sobre todo si son poco valoradas por ellos) que eliminar la página web, aunque ambos sean gastos de marketing.

- ¿Qué efecto tiene la reducción a medio y largo plazo? Por ejemplo con el personal habrá que tener en cuenta que el personal cualificado es difícil (costoso) de encontrar y formar, despedir no siempre será la opción más económica a medio plazo.

- No obsesionarse, revisar los gastos una vez al año no todas las semanas, sin duda es más productivo tratar de incrementar ventas que arañar unos euros a la compañía telefónica.

Lo mejor es comprar al contado…no espera, financiar con un ICO… sin duda el leasing…. qué va lo mejor es el renting… no nos engañemos a nosotros mismos: lo más barato es ir andando, siempre que no llegue tarde a la cita con el cliente.

2 comentarios:

  1. Hola Luis, ante el artículo de hoy he recordado la conversación y reflexiones que en el ámbito domestico hicimos un día, Nuria (mi compañera) y yo, en esto de la economía de guerra en la que + ó – todos podemos estar inmersos.
    Decidimos entonces, que para nosotros una cosa eran costes y otra gastos, aunque en un principio el término pudiera parecer igual. Coste para nosotros es la hipoteca, la factura de la luz, el recibo del agua y la factura mensual de “alimentos”. Son flujos de capital en los que podemos incidir mínimamente y a los que hay que atender si o si. Gastos son todos los demás. Es decir, aquellos que podemos bajar hasta el nivel “0” sin atentar contra la existencia vital de nuestros descendientes (Paula y Julián) y de nosotros mismos.
    Dicho esto, nos es muy difícil bajar los costes, pero en gastos, el flujo de capital lo hemos detectado y acotado a las posibilidades que nos da el nivel de flujo de entrada. Nuestra decisión pasa ahora, por el número de veces que podamos o no, realizar una comida fuera del hogar, si mantenemos o no el internet, si tenemos dos móviles, uno o ninguno, si tenemos perro o no, si mantenemos un vehículo, dos o cogemos el autobús, si se acude a la peluquería con más frecuencia o sólo para cortar… eso sí, hay gastos en los que hemos decidido incurrir por pura inversión, gastos extraescolares en idiomas y solfeo para los descendientes.

    Llevado esto al ámbito empresarial, el coste de adquisición de una unidad, ya sea producto o servicio que comercialicemos, podremos bajarlo o incluso es muy posible que nos suba, el tema está en averiguar cuáles son los gastos que se pueden reducir a “0” sin comprometer la existencia vital de la empresa. ¿puede una empresa subsistir sin internet? ¿y sin telefonía móvil? ¿y sin la mejor imagen?

    La respuesta se la tiene que dar cada uno, decidir a que está dispuesto a renunciar siempre y cuando no se comprometa la existencia vital, pero cuidado, el no renunciar a nada, puede llevar a que un día no haya para la hipoteca, ¿ …y entonces, qué?

    En la guerra, hay veces que tienes que decidir si compras alimento para dar de comer a la tropa, o comparas balas. Hay quién piensa que una tropa motivada mueve montañas, y quien opina que, con medios, el hambre obra milagros.

    Un abrazo, Luis.


    Guillermo Arenas.

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  2. Chapó Guillermo, diferenciar costes y gastos, tomarse un rato para pensarlo, medir implicaciones para uno mismo y su entorno...
    Me ha encantado la última frase, que recoge el gran problema empresarial: hay que tomar decisiones altenativas. Sólo recordar que se puede consultar con la tropa, con los altos mandos o con un consultor externo pero que siempre es el general, el empresario o el matrimonio el que puede y debe tomar la decisión que considere más oportuna, hay que ser valiente y tomarlas.

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